nadie-me-engano

A pesar de las multitudinarias y tardías marchas de los  estudiantes, a pesar del cuestionado premio nobel de paz para el derrotado presidente Santos, a pesar de los siniestros análisis de algunos «politologos» que nos tildan de amigos de la guerra a los que votamos NO en el plebiscito, hoy me siento  tranquilo y convencido de mi decisión en la pasada jornada electoral.

Las cosas quedan más claras, todos queremos la paz, pero nos dividió el camino para llegar a ella. La soberbia del presidente sigue intacta, hace poco llamó ignorantes a los que votamos por el NO, ratificó en sus cargos a los autores del «acuerdo piñata»  encabezados por DE LA CALLE LOMBANA, que repetía una y otra vez, cuando  no podía defender los ventajosos acuerdos para los bandidos «que eso era lo mejor que se había logrado y que teníamos que votarlos así». El gobierno mintió, pero la gente no cayo en la trampa, Santos dijo que al dia siguiente, si perdía el plebiscito los guerrilleros saldrían a poner bombas, muchas veces repitió esa mentira a pesar que los bandoleros habían dicho que ellos no se levantarían de la mesa de negociación, (es  mejor estar en la Habana, que en sus madrigueras de la selva esperando  a ser bombardeados por el ejercito) .

HUMBERTO DE LA CALLE es el mentiroso mayor, en una lógica perversa, creyendo tontos a todos los colombianos repetía que era imposible renegociar los acuerdos, su vanidad infinita le hizo creer que nadie podría lograr un mejor tratado de paz. Los del NO, seguimos convencidos que los asesinos deben pagar cárcel efectiva por sus crímenes, no los queremos como candidatos presidenciales, ni en las corporaciones públicas y deben sacar su plata manchada de sangre, secuestro y narcotráfico para reparar económicamente a las victimas. A TIMOCHENKO Y SUS SECUACES NO LOS ODIAMOS, LOS DESPRECIAMOS.

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