gustavo alvarez gardeazabakEn silencio, como lo hacen los culpables vergonzantes, el Congreso de la Nación aprobó un proyecto de reforma constitucional mediante el cual hasta el año 2030 el Pacto de La Habana, firmado con las Farc y rechazado en plebiscito, será la nueva carta de navegación que oriente los destinos de esta otrora república democrática.

El texto aprobado dice que “ en caso de que los contenidos del Pacto de La Habana contradigan o difieran con lo establecido en la Constitución de 1991,será el texto de La Habana el que prime sobre la Constitución”.

Salvo una valiente columna de Pedro Medellín, no ha habido ni reportero que cubra las sesiones del Congreso ni medio que se atreva a contarnos este dictatorial y duro golpe a la Constitución, que irrespeta a todas luces la voluntad popular.

Por supuesto, quienes lo aprobaron son los mismos congresistas a quienes emascularon a punta de mermelada y les dejaron el camino obligado a obedecer u obedecer. Y quien podía reclamar, el flamante líder de la oposición, el expresidente y senador Alvaro Uribe Vélez, no puede hacerlo porque fue él, y solo él, quien revivió el SI del plebiscito cuando se presentó humillado a la Casa de Nariño a negociar, por nada, el peso democrático y electoral que tenía la mayoría conseguida por el NO.

Nos cambiaron la constitución del 91 sin tener que hacer Asamblea Nacional Constituyente. Nos metieron el Pacto de La Habana con la vaselina que el Congreso y el expresidente Uribe le  facilitaron a Santos  y nadie dizque se dio cuenta y como el silencio es la mejor arma de los cobardes,  ahí quedó la nueva Carta y el país ni se enteró.

@eljodario

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