Las curias de Manizales y Cali, a donde el papa afortunadamente no va a ir, han querido recibir al antiguo cardenal Bergoglio con un par de escándalos que, por lo menos, les hará levantar la sotana a los que todavía la usan. En Manizales, el Vicario Económico de la Arquidiócesis envió sendas cartas de maldición al juez y al abogado que impusieron y lograron condena económica a la curia por el abuso sexual a un par de monaguillos en dos parroquias diferentes. El vicario, Octavio Barrientos Gómez,actuando como si estuviéramos en el remoto pasado, cree y aplica la maldición para que con esa plata que se llevan les caiga la ruina eterna.
En Cali, los conocidos sacerdotes Germán Robledo y Hernán Betancur, ambos graduados en economía y negocios ,uno en la Universidad del Valle y otro en Insbruck , y quienes fueron administradores de los bienes y los ahorros eclesiásticos de otros arzobispos, han denunciado en una carta pública al Nuncio en Bogotá, los malos manejos que el muy publicitado arzobispo Monsalve ha hecho de esos bienes y ahorros. No solo se gastaron la plata, dicen ellos, de fondos de capitalización constituídos con el paso de las décadas sino, cayendo en tentación , dizque que se perdieron 2.000 millones de pesos metiéndoles en una pirámide y que prácticamente la arquidiócesis está en bancarrota.
La denuncia solicita una visita canóniga a revisar gasto por gasto y manejo por manejo para que se compruebe la validez de lo anotado. En otras palabras, que cuando el papa Francisco llegue a Colombia la semana entrante le tocará probar el chicharrón fabricado por sus propios obispos.
@eljodario