Preocupantes, por decir lo menos, las declaraciones del presidente electo a Gómez Masseri desde Washington, donde repitió que él quiere encabezar la protesta latinoamericana contra Maduro y que le solicitará a los otros países que se retiren de Unasur. Y son preocupantes porque hasta ahora ,que yo recuerde, ningún presidente colombiano había llegado a la Casa de Bolivar a declarar su fastidio público contra el presidente de una nación fronteriza.
Las consecuencias no las queremos medir porque todos albergamos siempre la esperanza de que nuestro país no se va a poner en guerra contra los vecinos. Bastante hemos tenido con 52 años de batallas contra los guerrilleros para que ahora pasemos a enfrentarnos, por nuestra propia cuenta o sirviéndole de comodines a Washington, en una guerra innombrable con Venezuela.
Pero si al mismo tiempo, el presidente electo repite en cuanta entrevista ha estado concediendo todos estos días, que va a levantar la mesa de conversaciones en La Habana con el ELN y que con sus mayorías parlamentarias no va a permitir que jefes de las Farc que no hayan pagado pena ante la JEP ocupen curules en el Congreso, todo ese poco de declaraciones de tono bélico parecerían estarnos llevando a un cuatrenio de guerra sin generales y sin comandante.
Ojalá que no sea cierto y que todo se quede en habladurías,como ha pasado con Trump ( a quien cada vez se parece mas nuestro nuevo presidente) y solo sean aspavientos como los del gringo con Korea y México y la Otan, porque Colombia ni tiene ejércitos para librar una batalla con la muy armada Venezuela y una simultánea con los elenos, ni puede llegar a ser en los próximos 4 años una Banana Republic obedeciendo las órdenes de Washington.
@eljodario