No hace un mes que la página  de la DIAN entró en crisis y durante 10 días los recaudos de impuestos, las autorizaciones aduaneras y todas las gestiones que los ciudadanos y empresas hacemos ante la DIAN fueron suspendidas. El viernes volvió a repetirse la falla, el ministro de Hacienda ni nadie del gobierno donde campea la desidia, apareció a dar la cara y apenas si  mandaron instrucciones por tuiter, a los que nos quejamos, para que le echáramos la culpa a nuestro computador o al servidor,  no al contratista que les maneja la página a la DIAN . Al final del día, tan desesperados con la protesta en redes, decretan dizque “contingencia”,como si los ingresos del estado pudieran manejarse como Avianca.

Los gremios que respaldan tan solidariamente al gobierno en  su desidia, ilusionados quizás en que las cosas puedan cambiar cuando el presidente aprenda a gobernar, dejan solo al vocero de Analdex enfrentando al irresponsable ministro y al inexistente  director de la Dian,  pero el resto  de gremios, calladitos,  aplaudiendo el daño que se le hace al país. Los políticos, los integrantes de las comisiones económicas que se hacían respetar tanto, enmudecen para hacerle coro al silencio gubernamental esperanzados en alguna mermeladita ahora que están en campaña. Y el Contralor, quien  de verdad puede  contarnos en, detalle cual clase de diligencias ha realizado su despacho sobre la ejecución del contrato que tiene la DIAN con la firma que maneja la página web, se une al coro de los mudos por negligencia de su oficina de comunicaciones.

Estamos escenificando, sin tener quien solucione el asunto, un tenebroso silencio que dignifica la inutilidad de quienes nos gobiernan pero también nos enfrentan al período de presentación de la declaración de renta y del pago de los impuestos trimestrales teniendo infinita desconfianza en la DIAN y más temores aún en la marcha futura del país.

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