Hace menos de dos años Aldair Quintana se retiraba del campo del estadio Atanasio Girardot llorando de impotencia y de sufrimiento en medio de los abucheos de cientos de hinchas de Atlético Nacional, quienes acostumbrados a ver ganar a su equipo no toleraban que tuviera errores en el pórtico verdolaga y no le perdonaban unos comentarios sobre la fanaticada que un anónimo filtró. En vez de apoyarlo y aguantarlo en medio de su crecimiento deportivo, pedían a gritos su salida del club, lo cual finalmente sucedió.
Ya había sido campeón con el cuadro paisa en la Copa Colombia 2021 y del Apertura 2022, pero atrapado en la desconfianza, generada por la presión constante de la fanaticada, se vio obligado a tomar otro rumbo, sobre todo por el miedo que despertaron las amenazas de muerte contra él y su familia. La situación se tornó tan delicada, que en su momento cerró sus redes sociales y cambió de número telefónico.
Ahora, frente a otra hinchada, acostumbrada a las decepciones durante 75 años pero sin perder la fe en su equipo, a Aldair se le vio de nuevo limpiarse las lágrimas que caían por sus mejillas, pero esta vez de alegría, júbilo y tranquilidad al ser el héroe de la primera conquista en la historia del Bucaramanga. En la final ante Santa Fe, con un global 3-3, el arquero tolimense fue el salvador al atajar dos cobros desde la definición por penales (5-6).
La vida trae revanchas y Aldair, el jugador de 1,95 metros de estatura y quien había quedado relegado a la banca de suplentes cuando jugaba en Nacional, demostró que tiene la fuerza mental para levantarse de las adversidades y el talento necesario para brillar en un deporte que siempre da nuevas oportunidades. “A medida que pasa el tiempo y vas sumando más experiencia, vas aprendiendo a convivir con lo malo y esto te ayuda a crecer en todos los ámbitos de la vida”, comentó Aldair.
“Siempre he dicho que Dios recompensa a las buenas personas, y él (Aldair) lo es y se lo merecía”, sostuvo Emiliana Peña, pareja del jugador.
En 2023, tras llegar al Deportivo Pereira, Quintana tuvo también gratas actuaciones en la Copa Libertadores, y tras seis meses en Bucaramanga ya se metió en los corazones de sus seguidores.
“La alegría es enorme al saber que se le entregó un título a una ciudad que lo anhelaba. Estoy agradecido con Dios, con mi familia, mi mujer y compañeros porque todos aportaron un granito para que este sueño fuera realidad”, indicó Aldair, quien fue elegido el jugador del partido en la final en Bogotá
“Me llevo el reconocimiento de mejor jugador por los penales, pero tengo un agradecimiento especial con mis compañeros, por la forma en la que se entregaron y lucharon cada pelota. Las figuras somos todos”, agregó el arquero con serenidad, la misma que mostró en su cuenta de Instagram, al citar una frase bíblica de Juan 14.13. “Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré, así será glorificado el padre en el hijo”.
Si bien Aldair aún tiene contrato con Nacional hasta diciembre de 2024, por el momento se siente bien en Bucaramanga. Que retorne al equipo verde es incierto, pero lo que sí demuestra es que tiene el temple para reponerse ante las adversidades y seguir luchando por sus metas. En el cuadro de Santander su nombre quedó en la historia.