No hay forma de buscar una salida rápida y efectiva del acoso de la delincuencia a los ciudadanos de bien, que prácticamente están indefensos ante la poca eficiencia de las autoridades y de los jueces.

Cómo puede calificarse que un atracador de buses identificado en todas las formas posibles, continúa atracando a los usuarios y siempre después de ser detenido, vuelve siempre a las mismas andanzas. ¿Qué hay que hacer?

Y los ladrones de almacenes, reconocido y bien reconocidos sigan haciendo de las suyas. Y si los ciudadanos toman la justicia por sus manos, les va, pero bien mal.

Y qué decir; de los que violan niños, los que reclutan para la subversión, los que lanzan ácidos, los que extorsionan, y los que prostituyen niño en las redes. Esos siguen libres, sin ningún castigo, ¿y las autoridades? ¡bien gracias!.

En otras partes del país, hay situaciones risibles: como, la medida del alcalde de Cali, de declarar Ley Seca el día de las madres. O sea, que los caleños, no podrán brindar por ellas.

En San Andrés, otra medida, producto de la desesperación: solicitan que las autoridades saquen de la Isla, a rateros y delincuentes.

¡En fin! la delincuencia sigue incorregible, y las autoridades, sin poderlas frenar.

Comentarios