Como cambian los tiempos.  Los papas de la Iglesia católica y romana, siempre fueron muy distantes hacia el acercamiento con los fieles.  Una cercanía a sus santidades, solamente se aceptaba a quienes tenían un cargo muy elevado, como presidentes, embajadores, miembros de la monarquía, en fin, gente mucho poder.

Y cuando por fin, se lograba el acercamiento, era a cierta distancia, con un saludo de inclinación y no corporal.

¿A que se debe está introducción? A que ayer, en la audiencia que Francisco le concedió, al cantante Bono, a la hora de despedirse, se abrazaron como dos compadres.  A mi modo de ver, eso le resta algo de  majestad, al cargo del pontífice.

En donde las reglas sí, son severas, es en ciertas monarquías europeas, y asiáticas, por ejemplo; delante de la reina Isabel, no se puede iniciar una conversación, si ella no pone el tema.

Se comenta que durante 30 años, quien le cortaba el cabello al emperador Hirohito, siempre fue la misma persona. Durante ese tiempo el emperador, nunca le habló, y cuando se cumplieron los 30 años de aniversario, le dijo estás palabras; «durante este tiempo, usted siempre ha hecho bien su trabajo»  y el Fígaro, inclinó la cabeza como 100 veces y casi le da un infarto.

Comentarios