MASACRE EN CALI
El pasado martes 11 de agosto, el país y el mundo civilizado se conmovió ante el asesinato vil y despiadado cometido contra jovencitos de 14 y 15 años, en una de las zonas más deprimidas de Cali, como es la comuna 15, sector conocido como LLANO VERDE, donde la mayoría de sus habitantes son desplazados por la irracional violencia que impera en la costa pacífica.
De acuerdo con lo expresado en el Concejo Municipal, se trata de una muerte anunciada a la que las autoridades no le quisieron poner atención, sucedidos los hechos salen a ofrecer jugosas recompensas para tratar de compensar su DESIDIA administrativa.
Estudios realizados en las comunas del suroriente de Cali determinaron lo siguiente: una de cada cuatro personas está aguantando hambre, el nivel de desempleo en este momento alcanza cifras por encima de 80%, la deserción escolar de niños y niñas es la más alta del municipio, operan bandas criminales dedicadas al microtráfico y gota gota, hay grupos que reclutan menores de edad aprovechando su estado de miseria. Conclusión: en los últimos doce años, por lo menos, la presencia de las entidades estatales ha brillado por su AUSENCIA.
Teniendo en cuenta que en lo corrido del año han sido asesinados 28 niños víctimas de la EXCLUSIÓN SOCIAL, infamemente propugnada por gobiernos indolentes que priorizan la inversión en estructuras metálicas y de concreto que dejan comisiones y no en la gente, en lo concerniente a educación, política de ingresos en los hogares, lo que se denomina INVERSIÓN SOCIAL, la cual debe expresarse claramente en los presupuestos. Hoy más urgente ante el desastre causado por el coronavirus.