SALIDAS EN FALSO DE MINDEFENSA
El Ministro de defensa en uso de la clásica “jugadita”, pretendió burlarse del Senado de la República quien lo tiene citado para un debate de control político con moción de censura para el día 29 de septiembre, valiéndose de sus amigos del Centro Democrático compareció con auto invitación, el 13 de septiembre, tratando de anticiparse a los duros cuestionamientos que se prevé se formulen por parte de aguerridos parlamentarios tanto de la oposición como de los independientes.
El eje central del debate gira en torno a la reacción guerrerista de muchos miembros de la policía que utilizan armas de fuego y otro tipo de artefactos contra indefensas personas que ejercitan el derecho fundamental de la protesta social, causando la muerte de jóvenes inermes (estudiantes, Trabajadores, desempleados, etc.) que enarbolan pancartas, y gritan consignas.
La gota que desbordo el vaso fue el miserable asesinato del abogado Javier Ordoñez, víctima de psicópatas de la peor calaña enquistados en la institución policial por los inexistentes filtros que permiten que delincuentes formen parte de las filas de la fuerza pública y utilicen armas compradas con los recursos públicos contra sus mismos compatriotas, sin la más mínima compasión.
Holmes, sin el mínimo recato, afirmo: Que la policía puede portar y accionar armas contra humanos en los siguientes eventos: 1.- Cuando el humano se resiste a la captura. 2.- Cuando el Humano se fuga y 3.- Cuando se trate de retener a una persona.
Trujillo demuestra que no se ha leído el protocolo de la misma policía para uso de armas de dotación oficial, que consagra que su empleo es excepcional, solo se autoriza en casos extremos, entre otras cosas al Juez no le interesa que le traigan un cadáver cuando expide una orden de captura.
El Mindefensa al manifestar que la policía puede disparar en caso de fuga revive los macabros procedimientos de la dictadura de Francisco Franco, cuando la guardia civil española, sacaba de la casa a los opositores del régimen, los trasladaban a cuarteles, una vez interrogados y torturados les anunciaban la “libertad”, estos corrían y eran masacrados por la espalda por los mismos esbirros, hecho conocido como “la ley de fuga”.
No se equivoque señor ministro, el derecho a la vida de cualquier persona está por encima de leguleyadas y alocuciones vacuas.