CORTINAS DE HUMO
Es muy frecuente que las autoridades traten de tapar situaciones gravísimas de índole política, económica o social, con mentiras para distraer la atención de la opinión publica llevándonos a escenarios ficticios, confiados en que la mayoría de las personas no saben leer ni interpretar la realidad.
Cuando se conoció lo de la ñeñe política se trató de enlodar la campaña de Gustavo Petro con unos pírricos aportes de profesores, de los cuales no tuvo conocimiento el candidato; ahora que el exsenador Alvaro Uribe Vélez fue cobijado con medida de aseguramiento por soborno a testigos y fraude procesal, apoyada la Corte Suprema de Justicia en pruebas sólidas, el presidente Duque sale con la noticia de que el régimen de Maduro ha comprado misiles, presentándolo como la gran novedad, cuando se sabe que desde Chávez, Venezuela se ha armado hasta los dientes.
El pésimo manejo de la crisis generada por el coronavirus con decrecimiento oficial del 15% de la economía, desempleo en niveles por encima del 70%, aumento geométrico de los contagios y de los muertos, se trata de ocultar con medidas dictatoriales de restricción de la libertad y con cifras ridículas que presentan de los recuperados de la enfermedad.
A nivel local y regional, alcalde y gobernadora, pretender cubrir su ineficiencia en prevención delictual, ofreciendo millonarias recompensas para descubrir los asesinos de los niños de Llano verde, llegando tarde, como siempre.
En conclusión, las cortinas de humo son el viejo truco, que todos conocemos, pero ante la evidencia de las cosas, los gobernantes esgrimen para esconder los pecados propios y ajenos, sin importarles que diga o piense la ciudadanía
