DESDE MI TRINCHERA

POR: ADOLFO LEON OLIVEROS TASCON

PENSAMIENTOS OBTUSOS

No se sabe a ciencia cierta si las propuestas o decisiones que hacen los gobernantes obedecen a malos asesores o a personalidades malignas e insensatas que circunstancialmente llegan al poder a base de mentiras y engaños, aprovechándose de la buena fe que caracteriza al pueblo colombiano.

En este orden de ideas encontramos:

1.- En plena pandemia con millones de puestos de trabajo destruidos, índices de pobreza extrema en el 40% (familias que viven con menos de cinco mil pesos diarios), establecimientos de comercio cerrados, microempresarios arruinados, el gobierno del presidente Iván Duque con su flamante ministro de hacienda Carrasquilla, proponen una reforma tributaria para gravar con IVA el café, la sal, el chocolate, el azúcar, la salsa de tomate y demás productos de la canasta familiar.

Al caído caerle parece ser el perverso objetivo de estos pseudo dirigentes, personas sin recursos, sin acceso a lo mínimo para subsistir, ven aumentar impavidos su terrible desgracia en un 19%.

2.- Hospitales sin camas para cuidados intensivos ni personal médico para atender, con pacientes muriéndose en las salas de urgencia, se le ocurre a uno de estos chafarotes gastar 14 billones de pesos en compra de maquinaria para la guerra.

Desde las ventanas del palacio de Nariño se observan las protestas de los funcionarios del Hospital de la Samaritana que llevan meses sin recibir sueldo, suficiente argumento para desistir de la absurda intención de despilfarro.

3.- Aprovechando la llamada tercera ola de la pandemia, generada no solamente por la indisciplina social sino por las políticas equivocadas de los gobernantes en todos los niveles (local, regional, Nacional), que han impedido que la gente pueda obtener subsidios monetarios que les permitan solventar sus gastos, continúan con sus prácticas de entregar “mercados” con escandalosos sobrecostos en una demostración de politiquería barata, pues no solamente llevan a la mendicidad sino que tratan de hacer creer que dichos paquetes son regalos de gobernantes inescrupulosos, cuando la realidad es que son adquiridos con dineros del erario público, que es de todos.

 

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