Cada día que pasa los lectores de la letra menuda ( que no son los parlamentarios quienes no la quieren  leer) descubren que la tal Ley de Financiamiento presentada por el presidente Duque y su ministro Carrasquilla, imitando a los ministros déspotas de la época de los Luises en Francia, es sencillamente una Reforma Miserable. Y no lo digo yo, que advertí con tiempo en esta columna lo que iba a ser el gobierno de Duque, lo  dicen economistas como el doctor Eduardo Sarmiento Palacio, el columnista dominical de El Espectador.

Para el doctor Sarmiento, la Ley de Financiamiento no es como la pintan los viceministros del régimen, que dizque pretende cubrir el hueco fiscal que Santos nos dejó.Sarmiento es contundente “el verdadero propósito es bajar los impuestos de las personas jurídicas y subir los subsidios de las empresas y compensarlos con la elevación del IVA y el alza de las tarifas de renta de las personas naturales”

Allí está el meollo de este disparate que deberían retirar de la consideración del Congreso y cambiarlo por un remiendo a la Ley de Presupuesto que elevó los gastos en un 11 %.Solo bastaría dejar los gastos del estado igual a los del año anterior así el gobierno Santos haya sido la pirámide de Keops del despilfarro. La meta de los déspotas es que si cobran el IVA a la canasta familiar y a todos lo que debemos pagar ese impuesto, se generaría un ingreso de 13 billones. Si  se reduce la tarifa de renta a las  grandes empresas se dejarían de cobrar 10 billones y si se devuelven los $51.300 a todos los inscritos en Familias en Acción, se gastarían casi 3 billones. En otras palabras, esta Reforma Miserable, pone a los pobres a pagar lo que los ricos pagaban, jode a los empleados, entierra la clase media y frena el  consumo, que es el verdadero motor de la economía colombiana.

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