Bueno, no solo a CHINA, sino a ninguna parte una persona debe acceder para servir como «mula» para llevar droga, pues los controles de las autoridades cada vez son más rigurosos, pero lo de CHINA es mas verraco, pues allá el que sea «pillado cargado» si esta de buenas lo condenan a cadena perpetua, porque lo más seguro es la pena de muerte.
El drama de HAROLD CARRILLO un humilde taxista caleño es conmovedor, fue condenado a pena de muerte hace más de cuatro años por cargos de narcotráfico, sentencia que posteriormente le fue cambiada por cadena perpetua, para completar su desdicha, el año pasado le fue detectado un severo cáncer de garganta que prácticamente le impide hablar, lo que «ablandó» un poco al durísimo sistema judicial chino y ante los ruegos de la canciller colombiana MARIA ANGELA HOLGUIN permitieron su repatriación, la cual se espera será en menos de dos meses.
Un experto medico en temas de cáncer, observó que la enfermedad le pudo sobrevenir por el terrible estado de ansiedad y angustia que estaba viviendo condenado a cadena perpetua en un país tan lejano, sin posibilidad de volver a su patria o reencontrarse con su familia; el sentimiento entre la gente cercana a CARRILLO es agridulce, pues la enfermedad esta muy avanzada, por una parte se alegran de su regreso y por la otra los pronósticos de un desenlace fatal los llenan de angustia y desolación.
Creo que el taxista debe haber pensado muchas veces, sino hubiera sido mejor quedarse aquí trabajando duro en su carro, pero tranquilo al lado de los suyos.
