Así el presidente SANTOS acuda a todas las instancias internacionales para denunciar la expulsión de colombianos de VENEZUELA, nadie podrá obligar al presidente «MABURRO» a que reciba por la fuerza a unas personas que no le resultan gratas en su País. Así los noticieros de televisión dediquen todos los días gran parte de sus emisiones mostrando el «espectáculo de los infelices» lloriqueando ante las cámaras por el atropello, eso de nada servirá para aliviar su tragedia, ni las marchas con imágenes de SIMÓN BOLÍVAR o los discursos del ex presidente URIBE en la frontera, ni la visita bobalicona del secretario de la OEA, ni las buenas intenciones del PAPA, nada resolverán y todos lo saben, pero hay que seguir adelante con la comedia.
El problema es nuestro, no del país vecino, es inaudito que el gobierno colombiano pretenda que Venezuela le resuelva eternamente la crisis de falta de empleo, educación, vivienda que por muchos años suplió a miles de compatriotas que cruzaron la frontera buscando justamente lo que no encontraron en su propio territorio.
LARREA el vicepresidente venezolano dijo: «bueno y en vez de llevarnos a la corte penal internacional, porque no nos llevan a una instancia donde nos agradezcan el haber albergado aquí tantos colombianos». Es una vergüenza para cualquier nación del mundo que sus habitantes tengan que emigrar a territorios desconocidos huyendole a la pobreza o a la violencia. El problema tiene que resolverlo usted presidente SANTOS, no pretenda que se lo resuelva una reunión de cancilleres, todos burócratas inútiles e incompetentes.
