A raíz del «tropel» con VENEZUELA los medios hacen alegres comparaciones con lo que pasa en nuestro país y aseguran convencidos «es que aquí, si tenemos una verdadera democracia». Acá lo que existe es un remedo de democracia, basta revisar las cifras exorbitantes que se manejan para una simple elección de Concejal, y eso que los concejales no reciben sueldo fijo, sino un pago por cada sesión plenaria a la que asistan, ni sumando todos los pagos que reciben en sus cuatro años de cabildantes y multiplicándolo por cuatro alcanzan a recuperar la cifra invertida y nadie compra huevos para vender huevos, entonces la pregunta es ¿de donde sale la plata para recuperar lo que gastaron en campaña?.
En medio de tanta pobreza y dificultades es una afrenta el derroche de millones que se invierten en latas gigantescas con las caras sonrientes de los candidatos; es una vergüenza y un crimen que mientras se cierran hospitales por falta de recursos, los políticos derrochen tanta plata en cientos de vallas publicitarias; igual ejercicio podemos hacer con gobernadores y alcaldes ni multiplicando por cinco el sueldo que reciben en su periodo de gobierno logran recuperar una mínima parte de lo invertido.
Notese que hago énfasis en la palabra INVERTIDO, porque a eso se reduce nuestra pomposa democracia «filantropos» que invierten mucho dinero para llegar al poder y luego recuperarlo con la plata que debería destinarse a la salud. El negro MARTINEZ dijo en un arranque de sinceridad «que una alcaldía dejaba más que un embarque de droga» y de eso si que sabe el alcalde GUERRERO.