A pesar de su desastrosa gestión como alcalde de Cali, RODRIGO GUERRERO está convencido que puede incidir en la escogencia del nuevo mandatario para la ciudad y con el entusiasmo que debió emplear para administrar al municipio viene impulsando abiertamente a varios desconocidos cuyo único mérito es ser parientes de sus amigos del club Colombia.
NICOLAS OREJUELA, lo que se sabe de él es que pertenece a la llamada UNIDAD DE ACCION VALLECAUCANA y que impulsó una campaña para reunir voluntarios que pintaran los parques, JUAN FERNANDO REYES es un joven muy bonito que usa pantalones apretados, viene de PALMIRA y es uno de sus «gomelos» de confianza; tienen guardado otro rico de Cali para enfrentarlo a ROBERTO ORTIZ y en los clubes sociales buscan con frenesí a los hijos de amigos del médico guerrero que tengan títulos rimbombantes de universidades extranjeras para presentarlos como la gran alternativa para la ciudad.
Con esos jovencitos perfumados corren el riesgo que les ocurra lo mismo que con KIKO LLOREDA, a pesar que los disfracen de populares la gente los percibe como lo que son: «Riquitos» que ven la alcaldía como el juguete que papi debe darles.
El trabajo de ROBERTO ORTIZ es colosal, tiene pueblo, la gente le cree porque lleva años ayudando a los más pobres, si pasa el escollo de la consulta liberal, será el alcalde de Cali.