Dos episodios de desproporcionada repercusión mediática me han hecho reflexionar sobre el nivel de odio y resentimiento que estamos viviendo, cualquier pretexto es valido para desencadenar la protesta y más si es en contra de figuras publicas que ostentan poder y son exitosas, la idea es darles con todo, «como a rata en balde»; las redes y la posibilidad de permanecer anónimos envalentona a muchos para agredir sin dar la cara.
El viaje de la gobernadora DILIAN FRANCISCA TORO y su familia a los juegos olímpicos me parece algo normal, muchos mandatarios han viajado a respaldar a los deportistas en competencia; entonces no podrá ir a Cartagena a acompañar la reina o con el Cali y el américa cuando disputen una final por fuera del país. A la gobernadora cuestionenla por cualquier otra cosa, la crisis de la salud, la sobretasa a la energía lo que sea, pero no por ese viaje a RIO.
Lo de GINA PARODY me pareció exagerado, demuestra que este país es rabiosamente homofobico, todo lo que intentaba la ministra era trazar unas pautas mínimas de respeto y tolerancia con los niños gays, para que no tengan que seguir suicidándose por el rechazo que sufren en los colegios. Muy difícil que alguien se vuelva homosexual por influencia externa de algo. A GINA PARODY la lapidaron por haber reconocido públicamente que es lesbiana.
