El escándalo desatado en la policía nacional que salpica gravemente a su director general, RODOLFO PALOMINO devela una vez más, lo más sórdido de la condición humana. Son numerosos los casos de «cucarrones desaforados» que desde sus posiciones de poder dan rienda suelta a sus bajas pasiones para presionar subalternos y llevarlos a la cama.
«LA COMUNIDAD DEL ANILLO» era la encargada de conseguir «CARNE FRESCA» para servirla en bandeja a los altos mandos de la policía y así conseguir ascensos y condecoraciones. Esto no se da solo en la policía, en el mundo de la política «la comunidad del anillo» tiene sitial privilegiado, son muchos los que «dando nalguita» han llegado a altas posiciones gubernamentales.
Este intercambio de puestos por favores sexuales no es exclusivo de «MARICONES» en oficinas estatales es vox populi cuales son las que se lo dan al Senador para mantener sus cargos. Nunca asumo posiciones pacatas o moralistas, que cada quien «haga de su capa un sallo y de su culo un florero», pero tiene que ser muy humillante el irse a la cama con otra persona a cambio de un ascenso o un empleo.
Recuerdo mis épocas de estudiante cuando el rector de mi colegio, un «costeño cucarron» de apellido Pastrana se enamoro de mi y me cortejaba con regalos y plata, confieso que lo «canalie» muchas veces, pero juro que salí invicto, luego cuando inicie muy joven en la radio también me «echaban los perros» veteranos del oficio pero jamas paso por mi mente acceder a ofrendar mi «virginal y hermosa colita» a cambio de algo; me gustan las mujeres y si alguna esta dispuesta a acosarme de seguro que no me resisto. Bueno ya en serio, hoy toca cuidar por igual a hijos hombres y mujeres porque hay lobos feroces por todas partes dispuestos a devorarlos.