«La Superintendencia de salud ordenó una exhaustiva investigación para establecer si hubo negligencia medica en el caso de la joven que suplico ante las cámaras de televisión que no la dejaran morir». Ya estamos «mamados» de escuchar la misma frase en labios de funcionarios con cara de idiotas, que siempre salen a decir lo mismo cuando ya no hay nada que hacer.
El caso de LEIDY JOHANA ESPINOSA, joven madre de 25 años, es uno más que se suma a la infame lista de estadísticas del fatídico «PASEO DE LA MUERTE» que no es otra cosa que el peloteo infame que hacen los hospitales con seres humanos que reclaman con urgencia atención medica, la mujer fue atendida en 5 centros clínicos de Cartago, Pereira y Cali donde finalmente murió.
Si en este País se aplicára realmente justicia los directivos de COOSALUD estarían en serios problemas, pero al final no pasara nada, los medios nos olvidaremos de la joven que suplicaba que no la dejaran morir, que tenia dos hijos pequeños por quien responder.
El presidente Santos dedicado a sus acuerdos de impunidad con los criminales de la guerrilla, no le para bolas a la crisis de la salud. Hay que tener alma de criminal para negarle la atención medica a una persona porque le falta un papel o la firma de un burócrata insensible al dolor. Las salas de urgencia de todas las EPS son una pesadilla, gente tirada por todos lados suplicando la asistencia de un medico, en algunas el vigilante determina la gravedad del paciente y lo devuelve.
