daños-estadioLuego de los incidentes en el estadio tras la derrota del América, en los medios se han propuesto toda clase de fórmulas, a mi juicio estúpidas para acabar con la violencia en el Pascual Guerrero. Desde suspender el fútbol, hasta crear escuadrones de «limpieza social» que acaben con los «desadaptados».

«el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe»; esos muchachos son el fruto de una sociedad inequitativa, injusta y excluyente, donde los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada día más miserables, son una generación perdida, sin ilusión, sin esperanza de nada, siendo su gran pecado el haber nacido pobres.

Basta mirar el rostro de estos muchachos, sus ojos inyectados de odio y resentimiento muestran la rabia contra una sociedad que no les brinda oportunidades, el fútbol es solo un pretexto para desfogar su frustración.

En vez de pensar en aniquilarlos como ratas, pensemos en cómo darles alguna opción decente de vida para que estudien o trabajen, esos jóvenes con su actitud lo que reclaman es ser tenidos en cuenta como personas dignas y no como parias o desechables. Mientras sus vidas carezcan de toda ilusión les dará igual matar a otro o que los maten a ellos con el pretexto de una camiseta de fútbol.

No está lejano el día en que esa turba de hambrientos inconformes asalte por la fuerza y zaquee los centros comerciales,   llegaran a tomarse por la fuerza los más exclusivos sectores residenciales y no habrá fuerza policial capaz de atajarlos.

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