Durante el periodo presidencial de ALVARO URIBE, fui un «antiuribista» delirante, creo que llegue a odiarlo y no daba tregua para combatirlo desde la radio y los periódicos, con el paso del tiempo y ya reposadas las aguas, le brindé mi espacio radial en su faceta de ex presidente y líder de la oposición para que impulsara la candidatura de OSCAR IVAN ZULUAGA, lentamente fui sucumbiendo a lo que llaman el «embrujo de URIBE» y hoy de aquel desprecio irracional que sentía por él no queda nada, es más, ya superada mi visión sectaria, lo reconozco como un líder político colosal.
Con el actual presidente SANTOS, mi actitud periodística ha sido indiferente, no me produce ni calor ni frio, no lo desprecio pero tampoco lo admiro, llegó donde está por el prestigio de otro, no creo en su tardía vocación pacifista, ni creo en su enredado proceso de paz.
ALVARO URIBE encarna la vocería de millones de colombianos que no estamos de acuerdo con que a los terroristas hay que perdonarles todas sus atrocidades y premiarlos con curules en el congreso. PAZ SI, PERO SIN IMPUNIDAD repite URIBE y la mayoría está de acuerdo que el destino próximo de los cabecillas de las FARC debe ser la cárcel. Luego de ver el vídeo que circula en las redes sociales, con los cuerpos mutilados de esos niños convertidos en soldados para enfrentar asesinos, piense por un segundo si eso le pasara a un hijo suyo ¿USTED SERIA CAPAZ DE PERDONAR A ESOS HIJUEPUTAS?