Luego de que la Procuraduría y la Fiscalía revelaran un nuevo escándalo dentro de las Fuerzas Militares tras seguirle la pista al general Luis Mauricio Ospina por supuestamente utilizar el aparato de inteligencia de la institución para seguir al profesor de inglés de su esposa, el comandante de las FF.MM., general Helder Bonilla, habló sobre la situación dentro de la institución y aclaró detalles del caso en entrevista con El Tiempo.

De acuerdo con una publicación de la revista Semana, el alto militar habría interceptado de manera irregular, y de la mano de sus subalternos, la línea de Leonardo Colmenares, el profesor de su esposa Lorena Ospina.

En ese contexto, el Ministerio Público abrió un proceso de indagación contra el uniformado para establecer si habría ordenado las chuzadas y por parte de la Fiscalía, la investigación estará a cargo de un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales.

Lo cierto es que este escándalo pone una vez más en entredicho la rectitud del Ejército Nacional. Ante eso, el general Helder Bonilla fue directo al explicar que la ley se debe cumplir y respetar, sea quien sea.

“Si alguno de nosotros comete alguna afrenta al juramento de honor que hicimos, debe enfrentar las consecuencias ante la justicia (…) Nunca debemos permitir que nuestras acciones o intereses personales pongan en peligro la integridad y credibilidad de las Fuerzas Militares”, dijo en diálogo con medio bogotano.

Y es que, según la investigación revelada por la revista, para suplir sus necesidades, el alto militar al parecer habría abusado de sus funciones para ordenarle a sus subalternos usar los servicios de inteligencia y contrainteligencia del Ejército en fines personales.

De esa manera, habría incluido el número móvil del profesor en una lista de un grupo al margen de la ley, con el alias de “Teacher”, para que su línea fuera chuzada.

Pero los escándalos de chuzadas no son nuevos dentro de las instituciones de seguridad del Estado. El episodio trae a la memoria el escándalo del “Niñera gate”, en el caso de la exjefe de gabinete de Gustavo Petro, Laura Sarabia, donde habrían incluido los teléfonos de dos de sus exempleadas haciéndolas pasar como miembros del Clan del Golfo para escucharles las llamadas de manera irregular.

Sin embargo, el comandante de las FF.MM respondió que tiene plena confianza en el honor de los soldados, “sus principios no son negociables”, apuntó.

Cuando estalló el escándalo, el Ejército Nacional emitió un comunicado para apoyar las actuaciones del general Ospina y explicaron los presuntos motivos que lo llevaron a interceptar las líneas.

En el documento emitido por la institución destacan que el militar tenía todo el derecho para llevar a cabo tales acciones, ya que “en el caso específico de la función de contrainteligencia, las actividades buscan anticipar, prevenir, detectar y neutralizar acciones para proteger al personal, las instalaciones, el material y la información”, señaló la autoridad.

Y por esa razón, indicaron, el comandante del Ejército se vio obligado a ordenar a la Unidad Militar de contrainteligencia, “adelantar actividades de verificación, frente a una información que alerta sobre una posible vulneración a la seguridad e integridad del comandante y su núcleo familiar”.

Por su parte, el general Ospina explicó que tenía motivos para hacerlo, y que si hubo alguna irregularidad en el proceso, sería culpa de sus subalternos.

 

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