Ante la imposibilidad constitucional de que los militares y policías colombianos puedan participar activamente en política, prohibición expresa en la norma por el monopolio que tienen del manejo de armas, son varios los oficiales retirados que han decidido unir esfuerzos para conformar su propia colectividad y lanzarse al agua en las elecciones regionales de 2023.

Y aunque no es extraño en el escenario electoral ver a uniformados retirados buscando votos –siendo el caso más reciente el del general (r) Luis Mendieta, quien buscó una curul en el Senado con el aval del Centro Democrático–, lo que sí es novedoso es que decidan formar su propio partido; y, a falta de uno, parece que podrían ser dos.

En efecto, el primero que comenzará a recorrer estamentos políticos y salir a varias ciudades a hacer actos que tocan con el proselitismo, es el general (r) Eduardo Zapateiro, quien comandó al Ejército durante el último tramo de la presidencia de Iván Duque.

De hecho, durante las presidenciales fue objeto de una dura polémica cuando decidió trenzarse en una polémica pública con el entonces candidato Gustavo Petro, por una comparación que hizo el ahora mandatario entre actores ilegales del Clan del Golfo y la tropa castrense. Zapaterio, con el respaldo de Duque, salió a criticar al aspirante con fuerza.

Pero, luego de su retiro –materializado días antes de que Petro asumiera el poder y él tuviese que rendirle honores militares–, Zapateiro se ha reunido con personajes como el mismo Duque y el senador del Centro Democrático, Miguel Uribe.

La última de estas citas fue hace una semana en Bogotá y se habló, entre otras cosas, sobre cómo intervenir política y electoralmente en el escenario nacional sobre aspectos de seguridad y defensa. El fuerte, precisamente, de Zapateiro.

Incluso, recién dejó el uniforme, Zapeteiro aseguró que estaba comenzando una nueva etapa de vida en la que seguiría trabajando por el país “no desde el ámbito militar, pero sí aplicando mi conocimiento y experiencia castrense”. Y ha cumplido, porque, además de Uribe, el excandidato Enrique Gómez –entre otros–, ha sido su contertulio político y de plaza pública.

Lo que aún no es claro es qué nombre quiere ponerle a la colectividad que intenta formar, aunque no se descarta –según una fuente del Centro Democrático– que pueda convertirse en candidato de la colectividad uribista en las regionales del 2023.

Y, por otro lado, está el mayor general (r) Juvenal Díaz Mateus –cuyo último cargo de mando fue la VII División del Ejército (con sede en Medellín)–, quien hace cinco días notificó que fue oficialmente fue informado de su salida de las filas castrenses y que, por eso, “a partir del momento adquiero mi derecho como ciudadano a elegir y ser elegido”.

De hecho, en su natal Santander, ya venía haciendo reuniones con sectores sociales y políticos de ese departamento para mirar de qué forma podría incidir electoralmente en esa región.

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