Tribuna de opinión 9 Octubre 2023

El Gobierno Nacional y del Estado Mayor Central de las Farc anunciaron este 8 de octubre en Tibú, Norte de Santander, que a partir del 16 de octubre comienza formalmente el cese al fuego bilateral entre ambas partes.

“A partir de hoy las partes hemos tomado la decisión de parar la guerra y continuar con el Proceso de Paz iniciado entre el Estado colombiano y el Estado Mayor Central de las FARC-EP, como forma para materializar una paz estable y duradera con justicia social y ambiental”, anunciaron las partes en un comunicado.

El acuerdo establece la suspensión de las acciones ofensivas de lado y lado “como mecanismo para proteger a la población civil y disminuir los efectos de la confrontación”. Así las cosas, el día 16 de octubre el Gobierno Nacional expedirá el decreto definitivo de cese al fuego para facilitar la continuidad de este proceso.

“Las delegaciones acá reunidas manifestamos que se requiere un mayor alistamiento previo, para poner en marcha todos los mecanismos necesarios para el Cese al Fuego Bilateral y Temporal de carácter Nacional (CFBTNT), los cuales contienen un énfasis en la protección de la población civil”, anunciaron en el comunicado conjunto.

El mismo 16 de octubre culminará la etapa exploratoria y de alistamiento, para dar inicio formalmente al proceso de Diálogos de Paz con la instalación de la Mesa.

Hace tres semanas, las partes anunciaron que el propósito de este proceso de construcción de paz es la dignificación de la forma de vida de los colombianos que son víctimas directas de la desigualdad social y de la confrontación armada, entendiendo que este es un proceso que deberá generar espacios de participación real y efectiva de las diferentes expresiones de la sociedad.

En ese momento, se decidió que entre este 8 de octubre al 11 de noviembre se continuará el proceso de discusión sobre agenda de la mesa de diálogos de paz, se mantendrán las visitas humanitarias en territorio, se conformará una comisión especial para atender la situación de integrantes del Estado Mayor Central de las Farc que están privados de la libertad.

Además, se dijo que entre el noviembre 11 y agosto 8 de 2024 se evaluará la implementación del acuerdo de protección de la población y cese al fuego. “Se evaluarán los avances y cumplimiento en el desarrollo de la agenda, los procesos participativos y los compromisos pactados. El Gobierno Nacional seguirá garantizando el libre ejercicio del voto y la transparencia en los procesos electorales”.

El grito de Ospina «Atrápame si puedes»

 

El pasado martes la contraloría general de la republica confirmó la apertura de seis procesos fiscales contra el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, en los cuales hay involucrados cincuenta y dos mil millones de pesos. Treinta y cuatro mil millones de pesos se los gastaron en un plan de bacheo y descubrieron abusos de sobrecostos para que la tajada sea más rentable.

Se trata del mismo cleptocrata que ha gobernado la ciudad en los últimos cuatros años. Si, el mismo que hizo feria virtual y alumbrado navideño en plena pandemia y que no escuchó el clamor ciudadano que le exigía detenerse. Hizo caso omiso porque lo suyo ha sido desconocer y patear la ley.

La trasgresión a la norma la lleva en sus genes el mismo que no se puso colorado cuando nombro en su gabinete a su exesposa y a las exesposas de sus dos hermanos. El no  tiene vergüenza. Es sordo y ciego. Lo único que sabe es contar, sumar y multiplicar.

Impunidad total. Las altas comisiones y la contratación espuria sirve para contener los organismos fiscalizadores por el momento; y seguro le quedan para protegerse en el futuro.
La contraloría de Colombia vuelve a brillar por el nuevo escándalo pero lo más seguro es que no pasemos de los titulares de prensa. Tiene contralor municipal de bolsillo y personero en las mismas condiciones.

Le dio contratos a su primo por cerca de medio billón de pesos y seguro que en la agonía de su mandato seguirá enriqueciendo a su pariente. Para él la impunidad es total. Tendrá fiscal general de la nación amigo porque ya la izquierda tiene asegurado el cargo para los próximos cuatro años.

Con insidia ha gobernado a Cali. O pretendido gobernar. Al alcalde que sabe un poco de todo y mucho de nada en las ultimas semanas le ha dado por decir en redes sociales que la historia lo catapultara. En efecto, esta pasando a la historia como el peor alcalde que ha tenido la ciudad y ya es dueño del peor castigo para un funcionario corrupto como lo es el escarnio publico.

su gobierno humoso terminara el 31 de diciembre. Ojala que quien lo suceda a partir del próximo 1 de enero este libre de compromisos y en consecuencia en capacidad de informarle a la ciudad la podredumbre que encontró al levantar las alfombras del tercer piso del edificio municipal.

Pero seguro que el avieso alcalde poco le importara lo que destape su sucesor. Para el la vergüenza no existe.

La ciudad queda triste al borde del caos. Es como si todo los días fueran lunes. Días largos y tediosos con los suegros de visita y empleada de servicio con gripa. la reconstruccion no será fácil.

EL CONCEJO
Parece increíble que después de la hecatombe, concejales caleños sigan defendiendo al alcalde y atribuyéndole a la pandemia y al paro terrorista el fracaso de este gobierno.
Y lo más insólito es que quienes hicieron parte de la coalición de gobierno repetirán período. A las nueve de la mañana estarán elegidos.
Esto solo pasa en Cali.
La alianza verde, el partido que avaló la inscripción del alcalde es uno de los pocos en capacidad de crecer en curules. Tal parece que hoy a los electores esto no les interesa nada. Ojalá les importe en el día electoral.
Los concejales amigos del alcalde andan relajados. En lujosas camionetas se desplazan por la periferia y entregan televisores y computadores y hacen bingos y lo más insólito es que la gente les sale. Y los abrazan y felicitan. Es el fin del mundo.
Lo que ha pasado en Cali es alucinante. Nuestra ciudad a merced de jib-ros y atracadores moto-rizados. Escenas de bandidos hurtando carros en los garajes de las víctimas son de común ocurrencia. Pero los «damos» que hacen el control político dicen que todo está bien.
Que la construcción de cinco parques que nadie pidió va por buen camino y que el problema de más de mil homicidios al concluir el año es un problema de percepción.
Pero lo más extravagante es que en medio de esta crisis política no haya salido un candidato al concejo con ganas de condenar lo acaecido y en capacidad de generar nuevos espacios en el concejo. De pronto ese papel lo pudo asumir Diana Rojas, pero su jefe político le ordenó que se fuera a trabajar con otro candidato a la alcaldía. Y el acendrado concejal opositor ya no regresa porque lo más seguro es que se instale en la torre del Cam.
Pero tampoco tenemos líderes cívicos. Los que pudieron ungir como tal hacen parte de esa ciudad arredrada y resignada al saqueo de unos pocos.

LOS CULPABLES
Esta semana el alcalde en el chat de su gabinete les dijo a sus funcionarios que ellos son los únicos responsables del fracaso de esta administración porque no fueron líderes ni diligentes para atender las instrucciones.
Hasta el mejor de los alcaldes fracasa con un gabinete de tan bajo perfil como el que acompaña al señor Ospina. Esos subalternos no emocionaron para gestionar con celeridad porque detrás de ellos estaban los tinieblos para dirigir la contratación.

Tribuna de opinión 2 Octubre 2023

Por primera vez desde que existe la elección popular de alcaldes, un mandatario en Medellín se aparta de su cargo para hacer proselitismo político. Sentar este precedente terminó siendo el último acto de gobierno del ahora exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien, a escasas cuatro semanas de las elecciones del 29 de octubre, dejó acéfala su propia administración para volcarse a las calles y empujar la campaña de su exsecretario Juan Carlos Upegui.

Para Quintero es una manera de mantener el poder en la alcaldía. Una manera de intentar ‘reelegirse’. Pues quienes están cerca de este grupo político saben que en caso de ganar Upegui, sería Quintero quien gobernaría en cuerpo ajeno. Upegui es un candidato sin mayor trayectoria política ni laboral. Su título más importante para estar en la carrera por la Alcaldía es el de ser –se podría decir– ‘cuñado’ del exalcalde, porque si bien es primo de su esposa Diana Osorio, las mamás de ambos –de Upegui y de Diana– los criaron casi como una solafamilia.

Aunque la movida de Quintero tomó por sorpresa a muchos, ya que quedó en firme en un decreto expedido por el Gobierno Nacional que se filtró a altas horas de la noche del sábado, el propio Quintero ya venía preparando el terreno para su anuncio.

Pese a que el rumor de dicha renuncia comenzó a esparcirse con fuerza en los círculos políticos locales desde hace varios días, fue a partir de una noticia publicada  el viernes que el tema creció como una bola de nieve.

En medio de un ambiente lleno de rumores y versiones contradictorias, el mismo alcalde alimentó las especulaciones difundiendo mensajes ambiguos, como el emoticón de un reloj de arena que publicó en su cuenta de X (antes Twitter) y unas respuestas ambiguas en una rueda de prensa realizada el mismo sábado, cuando en los escritorios del Gobierno Nacional ya reposaba su carta de renuncia.

–Alcalde, ¿entonces usted va a estar hasta el 31 de diciembre o hasta cuándo? – preguntó uno de los periodistas que lo abordaron en el barrio Santa Cruz, durante una jornada en la que repartía un periódico de rendición de cuentas

–Yo voy a luchar hasta que Dios me de vida y me dejen – respondió Quintero

–¿Usted tiene plazo para renunciar hasta hoy (sábado 30 de septiembre)? – le contrapreguntaron

–No, yo puedo renunciar cuando quiera – respondió Quintero –si hoy fuera mi último día de alcalde estaría haciendo esto. Estaría entregando estos volantes. Estaría diciéndole a la gente qué hicimos, estaría entregando periódicos y eso es lo que vamos a hacer hasta el último día – añadió luego entre risas.

Al tiempo que daba esas declaraciones, a través de las redes sociales comenzó a difundirse la invitación a un evento público citado por el partido político de Quintero, en el que se anticipaba “Un gran anuncio”.

Pero las redes se le anticiparon y la dimisión salió a luz pública hacia la medianoche del sábado, cuando se filtró un decreto firmado por el ministro del Interior Luis Fernando Velasco, en el que el Gobierno Nacional aceptó su renuncia y designó como alcalde encargado al secretario de Gobierno Óscar Hurtado.

Unas cuantas horas después, hacia las 5:00 a.m., el ahora exalcalde publicó un video en el que explicó que su salida era para volcarse a las calles a hacer política.

“No nos podemos quedar cruzados de brazos y hoy Juan Carlos Upegui en todas las encuestas marca como la única alternativa para poder enfrentar al fico-uribismo. Por esa razón he decidido convertirme en un soldado más, en dar esa lucha, despojarme de la investidura de alcalde”, expresó Quintero, mostrando en sus manos volantes de Upegui, con quien compartiría plataforma un par de horas después, en el mismo evento citada por su partido.

Entre banderas y bengalas

A las 10:30 a.m. de ayer comenzó el mitin citado por el Partido Independientes, cuando Quintero ingresó a un escenario levantado desde la madrugada, acompañado de sus escoltas y de sus alfiles políticos: Esteban Restrepo, candidato a la Gobernación de Antioquia, y Juan Carlos Upegui, candidato a la Alcaldía.

En una escenografía que contó hasta con banda marcial, cientos de banderas, camisetas y bengalas de humo verde y amarillo, el exalcalde encabezó su primer acto de campaña.

Para montar la gran tarima en la que se subió Quintero, el Partido Independientes hizo cerrar 250 metros de la vía a Machado, norte de Medellín.

Los candidatos a la Asamblea y al Concejo distrital del partido del exalcalde fueron los encargados de llenar el aforo. Cada aspirante, reunió a un grupo de ciudadanos y los amontonó frente a la tarima.

Una mujer asomada en uno de los balcones que daba a la tarima, le expresó a este medio su rabia porque la excluyeron del evento. “Ellos tienen un grupo de caminantes y pasan recolectando gente antes de los eventos. Yo hasta tengo la camiseta de Upegui. Nos dijeron que los acompañáramos de manera voluntaria y que en eventos grandes como estos nos darían una ayudita. Pero a mí no me incluyeron hoy, me sacaron y me quedé sin la ayudita”, dijo la mujer que prefirió guardar su nombre y omitir el tipo de ayudas que le ofrecieron al ser interrogada por el tema.

Pese a que casi 400 personas asistieron al evento, el espacio no se alcanzó a llenar, haciendo que líderes como el representante a la Cámara del Pacto Histórico, Alejandro Toro, caminaran por el barrio para tratar de convocar a más gente. Desde las 9:00 a.m., estudiantes de colegio, vendedores ambulantes y todo tipo de ciudadanos empezaron a ensayar los cánticos que debían entonar en favor del exalcalde.

Tras arribar en medio de arengas como “Quintero, amigo, el pueblo está contigo”, el exalcalde tomó la palabra e inició un discurso en el que se presentó como un hombre que luchó contra los órganos de control y el establecimiento. “Estamos dando una batalla justa, la batalla que hay que dar por Medellín y la vamos a ganar”, dijo, invitando a una alianza a los candidatos Albert Corredor y Paulina Aguinaga.

En un acto simbólico, el exalcalde puso a los asistentes a elegir entre un basurero y una urna de votación, echando en el trasto fotos de María Fernanda Cabal, Fabio Valencia Cossio, Álvaro Uribe y Federico Gutiérrez, y a las urnas la foto de su exsecretario Juan Carlos Upegui. Luego, se bajó de las tablas y caminó loma arriba repartiendo propaganda política hasta la estación Andalucía del metrocable

El epílogo de un gobierno

Tras apagarse las luces de esa tarima, lo cierto es que la Alcaldía de Medellín queda nuevamente bajo incertidumbre. Tras la designación de Óscar Hurtado en el cargo, que llega cargando en su espalda una indagación preliminar de la Procuraduría por su papel en el incumplimiento de las metas de financiación de los fondos pensionales de la Alcaldía, el siguiente paso para el Gobierno Nacional será el de nombrar un alcalde que ocupe la silla abandonada por Quintero hasta el fin del mandato.

En la terna enviada por Independientes para que el Presidente escoja a su reemplazo, además de Hurtado, aparece el nombre del secretario Privado, Juan David Duque, –quien recientemente estuvo bajo escrutinio público por su papel en el manejo de la caja menor del despacho del alcalde– y el general retirado José Gerardo Acevedo, quien se desempeña como secretario de Seguridad de Medellín.

Esperando el nombre del mandatario que finalmente reemplace a Quintero, así parece escribirse el epílogo de una administración que no solo ha arrojado a Medellín a uno de los momentos políticos más polarizados de su historia, sino que ha visto desplomarse sus índices de aprobación ciudadana.

En la última encuesta de Invamer, el 61,6% de los ciudadanos de Medellín desaprobó la gestión de la administración de Quintero, el porcentaje más alto de esa medición desde que comenzó a aplicarse en 1994.

Asimismo, la ciudad queda en una compleja situación financiera, que se vive con intensidad en entidades como el Hospital General de Medellín, Metrosalud, las universidades del distrito, entre muchas otras dependencias, en donde la bonanza presupuestal del distrito (que a mediados de este año tuvo un presupuesto de $7,9 billones, ajustando la reducción de transferencias de EPM) nunca llegó.

En contraste, la conclusión para un alcalde que durante todo su periodo mantuvo un pie en la política, siendo incluso suspendido por la Procuraduría por hacer proselitismo político desde su cargo en favor del hoy presidente Gustavo Petro, abandona su cargo para montarse a las tarimas de su partido, el mismo que es señalado de beneficiarse de las arcas públicas para mantenerse en el poder y expandirse por el resto del país.

 

 

Tribuna de opinión 25 Septiembre 2023

Una de las formas de medir el dinamismo de la economía de un país, es a través de la balanza comercial, es decir, cuánto exportan y cuánto importan.

Por lo general, este indicador se saca por exportaciones totales en un año y con relación al Producto Interno Bruto (PIB).

En el ranking de exportaciones, son China, Alemania y Estados Unidos los países que tradicionalmente lideran la partida. Mientras que, en el caso de Latinoamérica, los que encabezan la lista son Brasil, México, Chile, Costa Rica y Argentina. Aquí, Colombia y Perú tienen baja participación.

Sin embargo, hay otro indicador que refleja de manera diferencial esto, medido por su población, es decir, sus exportaciones per cápita, que no es otra cosa que la capacidad competitiva y exportadora de un país.

Y en este, Colombia sí se raja todavía más, pues ocupa el último lugar en varios ranking por bloques. Ese ratio de exportaciones por habitante en América Latina, durante el último registro disponible, 2021, fue de US$2.272.

Exportaciones en la Ocde

En este bloque económico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde, al cual Colombia ingresó como una forma para medirse entre las grandes potencias, el país se ubica en las últimas posiciones.

El país dentro de los 38 de la Ocde con mayores exportaciones anuales per cápita es Luxemburgo, con US$264.693. Luego le sigue Irlanda con US$142.482 de exportaciones per cápita, seguida de Suiza con US$65.656 de exportaciones per cápita.

“Este ranking se parece mucho en posiciones al de bienestar de un país. Las exportaciones per cápita están también determinadas por el tamaño de la economía y los ingresos. De ahí a que países ricos como Luxemburgo lideren”, dijo Martín Jaramillo, director del Centro de Gerencia y Empresa.

Los que completan el grupo de los cinco países con mayores exportaciones per cápita de la Ocde son Noruega con US$59.096 y Países Bajos con US$51.863.

En esta lista, Colombia, como se mencionó, figura en la última casilla. Las exportaciones per cápita del país en un año como 2022 fueron de US$1.101, según el promedio con datos del Banco Mundial. Como hallazgo, según Sebastián Trujillo, experto en temas Ocde, Colombia es entonces el país del bloque con menor desarrollo exportador comparado en relación a la cantidad de habitantes.

Al igual, si se compara a Colombia con países de América Latina, donde tiene más semejanza con sus pares en términos del tamaño de la economía, también le va mal.

En bloques regionales como la Alianza del Pacífico, por ejemplo, el país que lidera es Chile, con US$5.477 de exportaciones per cápita en promedio, seguido de México, US$4.808. Luego sigue Perú con US$2.089 y luego Colombia. El resultado de esto es que, pese a que Colombia tiene mayor población que Perú, este le gana en mayor capacidad exportadora per cápita.

Según Trujillo, esto tiene que ver con que “la capacidad exportadora no depende de qué tanta población haya, sino de la competitividad y productividad de un país”. Agrega que también el país no ha logrado encontrar una verdadera diversificación de la canasta exportadora como Chile y cómo por ejemplo ha comenzado a hacer Perú.

Por ejemplo, en el ranking regional general, Argentina (US$1.882) y Brasil (US$1.617) aparecen en los últimos lugares también junto con Colombia. Esto se explica, según los expertos, a que son países con escaso desarrollo exportador comparado en relación a su cantidad de habitantes.

En el caso de Colombia, dice el analista, su alta dependencia a las exportaciones mineroenergeticos lo afectan en el ranking. Este año, por ejemplo, no ha sido tampoco positivo para el país, pues el comercio internacional está presentando caídas como en pandemia.

 

Tribuna de opinión 18 Septiembre 2023

 

Desde hace tres meses, la Marina de Guerra del Perú lidera una operación militar conjunta con la Policía para erradicar cultivos de coca, los cuales, según datos oficiales, superan las 12.000 hectáreas repartidas a los largo de la frontera con Colombia, una línea que se extiende por 1.626 kilómetros.

Los operativos de erradicación se han concentrado en las comunidades de Nueva Esperanza, Urco Miraños, Anguzilla, Iparanga, Puerto Argelia, Yaricaya, Puerto Vélez, Puerto Victoria y El Espejo, y se han vuelto tan tensos que hasta los ranchos de los indígenas han sido quemados por los erradicadores peruanos, como señalan desde las mismas comunidades indígenas.

“Nosotros somos conscientes de que la siembra es ilícita, pero cuestionamos al Gobierno Nacional que desconoce la autonomía de los pueblos originarios sobre usos y costumbres, porque nos han tenido abandonados toda la vida y la erradicación no ha sido consultada, por eso quiero que ustedes vean cómo está conformada una chacra (palabra Kichwa que significa cultivo) del indígena Kichwa, donde hay plátano, yuca, caña y ahí en medio está la coca”, explicó Jaime Conde Chiguango.

Tras la llegada de las intervenciones y los erradicadores, los indígenas de los pueblos Kichwa y Secoya, ubicados a orillas del río Putumayo, al otro lado de la frontera colombiana, denuncian ser víctimas de atropellos y violación de derechos humanos por parte de la Fuerza Pública del Perú.

Agobiado por lo que sucede con sus comunidades, Jaime Rolando Conde Chiguango, cacique del pueblo originario Kichwa, de la comunidad de Nueva Esperanza, ubicada en el Distrito de teniente Manuel Clavero a orillas del río Putumayo, explicó la situación que afrontan los comuneros y campesinos que cultivan coca en esa región.

Cuenta el líder indígena que el aterrizaje de los helicópteros afecta los cultivos de plátano, además de otras acciones que lo único que hacen es perjudicar a las comunidades, sus sembrados y sus vidas.

“Los erradicadores, que son más de 600 hombres, consumen sin permiso lo que hay en la chacra, han quemado ranchos con animales adentro como perros y gatos; menajes de cocina y herramientas de trabajo como motosierras, guadañas y motores fuera de borda; se comen las gallinas, y lo peor, dinamitaron las cochas (lagunas) para matar pescado y gran parte de esos pescados se perdió ahí en las cochas”, aseguró.

Cansados de los atropellos, 300 indígenas, incluidos menores de edad, tomaron una bandera de su país como queriendo gritarles que también son peruanos, y se acercaron a los erradicadores para expresarles que deben parar la erradicación, y crear una mesa de diálogo en la zona, que cuente con delegados del Gobierno.

Según los indígenas, los erradicadores están acabando con la madre tierra y afectando su nivel de vida, y por esta razón, en la mesa se buscaría que el Gobierno de Perú se comprometa con proyectos de desarrollo viables como el pago de una bonificación económica para no deforestar la selva y, además, satisfacer las necesidades básicas que los saque del abandono al que han sido sometidos durante toda la historia.

Abandono estatal
Los indígenas de las comunidades que hoy padecen los abusos de los erradicadores y las consecuencias de la erradicación que afecta sus cultivos y su estilo de vida, aseveran que nunca han tenido el apoyo del Estado peruano.

Para moverse o comercializar sus productos, la única vía con que cuentan es el río Putumayo y el pueblo más cercano en caso de alguna urgencia médica es Puerto Leguízamo, en Colombia. El trayecto de sus comunidades dura ocho horas en una canoa en la que se movilizan 10 personas; pero ese mismo trayecto puede durar hasta dos días si la embarcación va cargada de plátano o de maíz.

Todos ellos, campesinos e indígenas, prefieren ese trayecto y llegar a este municipio del Putumayo porque allá en Soplin Vargas, el pueblo peruano en el que viven, no cuentan con un hospital de primer nivel básico en salud.

La educación también se ha quedado rezagada. Para las comunidades solo hay una escuela y un colegio construido con techo de hojas de palma y piso en tierra hasta donde llegan los niños de la comunidad Secoya descalzos, vestidos con túnicas y en medio de un calor infernal de 33 grados centígrados bajo una selva húmeda.

Sin acueducto, los comuneros se surten del agua del río Putumayo, y en cuanto a las comunicaciones, están casi aislados por la falta de infraestructura. No hay proyectos productivos, la comercialización de sus productos es casi nula y paradójicamente no se ve el sol, hablando del dinero peruano, sino que circulan los billetes de Colombia.

Con este panorama, el pasado 23 de agosto arribó a este territorio en medio de la selva de la Amazonía peruana Luis Celis, asesor del congresista peruano Juan Mori, y se reunió con varios líderes de los indígenas y campesinos.

Los habitantes de esta región fronteriza con Colombia le entregaron un documento dirigido a la presidenta del Perú, Dina Boluarte Zegarra, en el que denuncian el abandono estatal, rechazan la erradicación forzada y piden una negociación directa en la zona.

“¿Por qué gastamos en balas y represión social y no en seguridad alimentaria del más desprotegido e indefenso?”, cuestiona la misiva que esperan llegue a manos de Boluarte y sea atendida para sentirse escuchados y dejar de lado siglos de abandono y represión.

Riesgo de desplazamiento
Entre los cultivadores de coca en la frontera colombo-peruana hay por lo menos unos 4.000 campesinos colombianos, ubicados en la zona de Güepí y Soplin Vargas.

Las acciones de erradicación los predispone a un desplazamiento hasta el municipio de Leguízamo, Putumayo, generando una crisis humanitaria y el municipio colombiano no tiene la capacidad para atender tanta gente.

Puerto Leguízamo también adolece de falta de servicios básicos como salud, y el hospital María Argelines no cuenta con equipos biomédicos ni el personal suficiente para atender una inminente confrontación entre campesinos y Fuerza Pública peruana por la erradicación.

Previendo esa situación, el 7 de septiembre pasado la asociación de juntas comunales de Leguízamo, Asojuntas, le entregó un documento al gobernador del Putumayo, Buanerges Rosero, en la que advierte la amenaza de desplazamiento masivo, no solo de colombianos, sino también peruanos que llegarían a esta localidad fronteriza. Le piden que se dé a conocer al gobierno colombiano, para que las instituciones del orden nacional hagan presencia inmediata en Leguízamo.

La situación amerita una atención oportuna de todos los niveles, y ojalá entre los dos países, para evitar una crisis humanitaria en la que los que pierden son los indígenas y los campesinos.

Cultivos han crecido en Perú

En el último informe de la Oficina contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas, UNODC, el representante para Perú y Ecuador de esa oficina, Antonino De Leo, “resaltó los niveles récord de producción de cocaína y el aumento de su consumo. Aunque la superficie de cultivo de hoja de coca se mantuvo estable, la producción de cocaína aumentó un 11% entre 2019 y 2020 alcanzando un máximo histórico de 1982 toneladas en 2020. El tráfico en vía marítima está en aumento y casi 90% de la cocaína incautada a nivel mundial en 2021 fue traficada en contenedores y/o por mar”, como reseñó UNODC.