Episodios que dividen opiniones en este comienzo de año:

Los voceros del Uribismo expresaron su rechazo a lo ocurrido en el carnaval de “negros y blancos” en Pasto, donde sacaron a desfilar muñecos representando la figura del jefe de esa colectividad cargando un marrano, argumentan que se trató de un irrespeto con el presidente de la república; los nariñenses encabezados por su gobernador ripostaron diciendo que ese desfile es algo tradicional y que históricamente en esas festividades se hacen muñecos alusivos a las figuras públicas más
representativas del país.

El papel del gobierno colombiano liderando un grupo de países para que desconozcan la legitimidad del segundo periodo presidencial de Nicolas maduro, también divide opiniones, unos abogan por que el presidente Duque se ocupe de manera prioritaria de los problemas del país y otros en cambio respaldan su intromisión en los problemas de Venezuela, con el argumento que ningún gobierno democrático puede permanecer indiferente ante los abusos del “dictador”. Creo que a ambos bandos les asiste razón.

El senador Zabarain, que se hizo famoso en el debate a Odebrecht, porque según dicen intervino borracho en la plenaria, radicó un proyecto para regular el uso de las redes sociales, pretende darle facultades al gobierno para castigar a los que difamen o dañen el buen nombre de una persona a través de estos medios virtuales; el código penal ya contempla sanciones para los calumniadores, de lo que se trata es de aplicarlas.

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