Para nadie es un secreto la judicialización de la política, no solo en Colombia sino en todo el mundo, el más reciente ejemplo lo tenemos en Brasil con el expresidente Lula a quien encarcelaron para impedirle participar en las elecciones que seguramente hubiera ganado, quien lo envió a la cárcel fue premiado con el ministerio de justicia por el actual mandatario Bolsonaro.

Jorge Ivan Ospina terminó su periodo como alcalde hace ocho años, tiempo suficiente para haber fallado todas las investigaciones en su contra, sin embargo extrañamente las reviven ahora que disputa de nuevo con mucha opción la alcaldía de Cali.

Uno de los más perseguidos ha sido Gustavo Petro, con él han intentado todo utilizando los organismos de control y de justicia para eliminarlo políticamente.

De Clara luz roldan se especula que ya vienen drásticas decisiones judiciales en su contra que la sacarían del camino a la gobernación.

La pregunta es: ¿el aparato judicial es eficiente y está en el legítimo ejercicio de sus funciones de investigar y sancionar, o le están haciendo el mandado a alguien para sacar de la contienda a un candidato con opción?.

Siguiendo con el tema político están apareciendo vallas que dicen “el Valle no es un negocio” se las atribuyen al exgobernador Ubeimar delgado en un claro vainazo al grupo de la gobernadora, la pregunta es:

¿Cuándo Dilian Francisca lo apoyo a él para que llegara a la gobernación, el negocio si era bueno?

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