No le salió bien la jugada al fiscal general NESTOR HUMBERTO MARTINEZ de aprovechar la decisión de la JEP en el caso Santrichs para abandonar el cargo con algo de decoro, la opinión pública no creyó en su indignación por el fallo y de inmediato le recordaron que esta untado hasta el cuello en el escándalo de corrupción de Odebrecht, el fiscal dejo su impronta hasta el ultimo momento en el cargo, simultáneamente con la renuncia filtro a los medios el video que nunca quiso entregar a la JEP donde aparentemente hay mayores evidencias de la responsabilidad del guerrillero en él envió de droga a los estados unidos después de la firma de los acuerdos, su actuación fue siniestra, si facilita ese video a los magistrados seguramente hubieran tenido mayores elementos probatorios para una decisión; la JEP actuó en derecho, de manera insistente pidió a la justicia gringa que aportara pruebas para establecer la fecha del posible ilícito, pruebas que nunca llegaron; el proceder del fiscal devela la intención orquestada de desprestigiar y acabar la justicia especial, querían forzarla a tomar una decisión apresurada y sin elementos contundentes de prueba para crear desconcierto y la sensación de falta de garantías entre los desmovilizados de las Farc.

Hay angustia en el entorno del Senador Uribe por la llegada en masa de militares a la JEP comprometidos en los falsos positivos, allá tendrán que contar toda la verdad si quieren recibir beneficios.

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