El gobierno colombiano de manera torpe agrandó el escándalo del artículo publicado por el THE NEW YORK TIMES, ya la cosa va en que un grupo de Senadores norteamericanos, le pidió al secretario de estado presionar al gobierno Duque para que cumpla con lo pactado en el acuerdo de paz, fue un desacierto tras otro, la Senadora María Fernanda cabal intentó poner en tela de juicio la credibilidad de ese periódico, insinuando que su reportero había recibido plata de las FARC, el canciller Carlos Holmes mediante comunicado pretendió enseñarles como hacer periodismo, a ese que es uno de los periódicos más respetados del mundo, pero hay más, el gobierno frenó la publicación de ese articulo en Colombia, la revista Semana tenia las mismas pruebas que el periódico norteamericano, documentos con órdenes de la cúpula militar a sus bases para arreciar las operaciones contra “los enemigos del orden”, directrices interpretadas como el regreso a los “falsos positivos” ; el asunto fue pésimamente manejado, han debido dar todas las explicaciones del caso sin entrar a confrontar la credibilidad del medio que sustento su articulo en documentos y testimonios reales de los mandos militares, ahora tienen encima no solo al periódico, sino a un numero grande de Senadores y al Secretario Pompeo.

En otro tema la ministra del trabajo Alicia Arango públicamente cuestionó el nombramiento de la nueva superintendente de vigilancia, sostiene que es recomendada del exalcalde Samuel moreno hoy privado de la libertad.

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