Le quita legitimidad a las protestas estudiantiles, la intromisión de vándalos encapuchados causando estragos y destruyendo todo a su paso, creo en la voluntad de los lideres universitarios de evitar su presencia en las marchas, pero hasta ahora han fracasado en su empeño, también es cierto que algunos sí son estudiantes radicales y anarquistas que están convencidos que una marcha sin caos y enfrentamiento con la policía no causa ningún efecto, pero cuando hay daños de vehículos o fachadas de viviendas la gente los rechaza y pasa a un segundo plano el origen de su manifestación, tal como ocurrió en Bogotá, los jóvenes con toda la razón protestaban por el desfalco mediante un robo millonario continuado a la Universidad distrital, exigen con toda validez que la justicia actúe, pero esta como siempre es paquidérmica y poco eficiente; los del ESMAD también aportan su parte, es repetitiva la escena de un estudiante golpeado de manera inmisericorde por una montonera de policías, ellos no van a una pelea callejera, van a reprimir y controlar los excesos, no a hacer parte de ellos, ¿si ya han retenido y sometido al muchacho revoltoso, ¿para que golpearlo de manera salvaje?
A propósito de los desordenes el alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, como siempre errático en sus opiniones, dijo “que el Icetex ayuda de manera generosa a los estudiantes” lo cual es falso, les cobran altos intereses y ya graduados quedan pagando la deuda muchos años
